sábado, 6 de septiembre de 2014

TEXTOS LITERARIOS III

El día de hoy realice mi examen de textos literarios III y la guía que mas ayuda es esta:

Las preguntas 1,2 y 3 se refieren al siguiente texto Náhuatl:
El sabio: una luz, una tea,
Una gruesa tea que no ahuma.
Un espejo horadado,
Un espejo agujerado por ambos lados.
Suya es la tinta negra y roja,
De el son los códices, de el son los códices.
Es hombre serio.
Cualquiera es confrontado por el,
Es corregido, es enseñado.
Gracias a el la gente humaniza su querer
Y recibe una estricta enseñanza.
Conforta el corazón.
Conforta a la gente,
Ayuda, remedia,
A todos cura.

1.- ¿cuál de los siguientes tropos predomina en la primera estrofa? 
R. Metáfora.
2.-Ante el sabio, el poeta muestra una actitud de 
R. Admiración y respeto.
3.-En el poema, el conocimiento es visto como algo que 
R. Enriquece.
4.- ¿cuál de los siguientes tipos de obras nahuas se distingue por 
requerir acompañamiento musical? 
R. Teocuicatl.
5.- ¿Quién es el autor de Descubrimiento del Río Grande de las 
Amazonas? 
R.Fray Gaspar de Carvajal.
6.- ¿En cual de las siguientes obras, de las cuales se incluye un 
fragmento en su libro de texto, se mencionan las mercancías que se 
vendían en el mercado de Tenochtitlan? 
R=Segunda Carta de Rebelión.
7.--En el poema “La Victoria de Junín”, el héroe principal es 
R.Bolívar.
8.- ¿Cuál de las siguientes obras fue escrita por Andrés Bello? 
R.Alocución a la poesía
9.--Una característica exclusiva del Romanticismo Hispanoamericano 
fue 
R.-La exaltación del individualismo y lo sentimental.
10.--¿Cuál de los siguientes poemas fue escrito por Manuel Acuña? 
R.“Nocturno a Rosario”.
11.--Elige la opción que contiene dos autores modernistas mexicanos
R.Amado Nervo y Manuel José Otón.
12.--Una de las características fundamentales del Naturalismo es 
R.Presentar los aspectos mas sólidos de la vida.

Las siguientes 4 preguntas se contestan con base en el 
poema de Carlos Pellicer que se presenta a continuación:

Estoy partiendo el fruto del insomnio
Con la mano acuchillada por el azar.
Y la casa esta abierta de tal. modo,
Que la muerte ya no me encontrara.
Y ha de búscame sobre los árboles y entre las nubes,
(¡fruto y color la voz encenderá!)
y no puedo esperaría: tengo cita
con la vida, a las luces de un cantar.
Se oyen pasos-¿muy lejos?.....-todavía
Hay tiempo de escapar,.
Para subir la noche sus luceros,
Un hondo son de sombras cayo sobre la mar.

13.-¿Cuántas sinalefas se encuentran en los dos primeros versos del 
poema anterior? 
R.2
14.-¿En cual de las siguientes opciones se encuentra una sinestesia? 
R.“....un hondo son de sombras cayo sobre la mar.”
15.--El problema que plantea el poeta es de carácter 
R.Existencial.
16.--El tono del poema anterior es 
R.sombrío.

Las siguientes 3 preguntas se basan en el siguiente 
relato:
Alguien daba el primer grito. Alguno atronaba el aire.
-¡Moñiguesooo!
Y entonces el volvía la cabeza, puntiaguda arriba y abajo recta, 
terminada en un poderoso maxilar. Desde el café hasta los portales del 
correo empezaba a salir gente a la calle, quienes se iban aglomerando 
allá donde Monigueso daba su “función”. Banguela, el mulato bárbaro , 
se quitaba los espejuelos y con su bata llena de pelos recién contados se 
asomaba sonriente. Hasta la señora y las niñas del dueño de los 
almacenes salían al balcón.
El se paraba en mitad de la calle y empezaba a girar sobre el mismo 
atendiendo a las veces que le llegaban por un rumbo distinto. Miraba a 
todos desesperado, como una bestia acosada. Se le notaba en el rostro 
el duro esfuerzo para agrandar los ojos pequeños como dos botones de 
hueso. Por fin, aprisionándose la cabeza entre los brazos, caía sobre las 
piedras. Se hacia entonces un silencio pesado. Las pocas voces 
piadosas tomaban fuerza y la gente sentía un tanto de vergüenza debajo 
de la risa.
Lo único efectivo que se hacia era trasladarlo a los portales para permitir 
el paso de los cuatro vehículos del pueblo. Después que recobraba los 
sentidos escapaba siempre a paso torpe, esquivando el encuentro con la 
gente.
Monigueso vivía en casa de la vieja Elvira, quien, por el bien quedar con 
Dios y el buen atendimiento de la arboleda, le dio refugio en su “quinta”. 
Habitaba en el patio, sobre el corral de los cerdos. De allí lo tumbaba 
veinte veces al día la llamada de la vieja Elvira. Venia entonces, 
inexpresivo y torpe, hasta la cerca de metal que resguardaba el pequeño 
patio del resto de la propiedad, y balbuceaba:
-Diga.
Después obedecía ciegamente hasta donde hubiera entendido lo que se 
le ordenara . entre sus obligaciones tenia la de barrer el suelo de la 
arboleda y sacar la tierra. Recolectaba los frutos del cacao. Alguna vez 
iba al pueblo al llevar las cartas o traer la carne, pero la mayor parte de 
su tiempo transcurría bajo la espesa sombra de los frutales.
En tanto por el pueblo su fama había crecido de otra manera entre los 
muchachos . cada padre se encargaba de ello; Pero cualquier nadería de 
un niño se invocaba siempre la amenazadora presencia de Moñigueso; 
del turbo Moñigueso que volaba sobre los tejados y devoraba a la gente 
menuda. Como no se les quería pegar en el cuerpo se les pegaba en la 
mente. Pero por esta razón también, jamás la vieja Elvira tuvo que 
lamentarse del hurto de una fruta en su “quinta” por alguna por alguna 
mano pequeña.
Acaso tres o cuatro padres no mas, de los habitantes aquel publico, no 
utilizaron nunca la leyenda de Moñigueso. Entre estos hombres contaba 
en primera línea el jefe de la Policía. Era un hombre alto, de ancho de 
hombros y rugoso de cuello.
El jamás invoco a Moñigueso y la razón era que tenia al hombre un 
maxilar cuadrado abajo y ese maxilar lo había heredado su pequeño, 
cuya cabeza, a la vez, se agudizada hacia arriba tal y como la cabeza del 
madre.
En los primeros meses el pequeño fue un bebe mas, pero luego que las 
facciones fueron tomando su destino se hizo imposible mirarlo sin evocar 
el rostro lejano de Moñigueso. Los padres lo notaron sin la ayuda de 
nadie, y el, que eso era el hombre, lo dijo, mimándolo, pero lo dije:
-¡Moñigueso! –hablo, apretándole suavemente el pie pequeño.
En adelante el policía fue el mas encarnizado enemigo de Moñigueso. 
Cuantas veces vino al pueblo el idiota, salía el militar de donde estuviera 
y orientándose por las voces y las burlas, llegaba el centro del grupo. De 
allí ordenaba conducirlo a los portales y disolvía el genio. Luego estaba 
todo el tiempo que fuera necesario al lado de Mñigueso, y tan pronto este 
se recorbraba le ordenaba sin mirarlo:
-¡Vete, lárgate!
En cierta ocasión el capitán golpeo duramente a Moñigueso. Sucedió 
que uno de esos días, acosado ya y girando sobre si, cuando apareció el 
militar alguien dio un grito detrás del idiota. Este se volvió retrocediendo 
de espaldas al capitán, y mientras, balbuceo dos silabas torpes. Acaso 
las dos voces sonaron como una palabra entera “papa” y la fusta del 
militar cayo sobre la espalda de Moñigueso. Así estuvo golpeándolo, con 
la boca apretada y los ojos encendidos, basta que el idiota se desplomo.
Dos semanas mas tarde, el capitán mando ensillar su caballo y tomo el 
camino de la “quinta”. Cuando hubo llegado, la vieja Elvira salió a 
saludarlo con tan buenas maneras que se le traducía el miedo al 
uniforme. El ni siquiera se bajo del caballo:
-Vengo a pedirle una cosa – dijo.
-Si, señor.
-El caso es que usted mantiene a Monñigueso.
-Si, capitán.
-Bueno, me hace el favor de no mandarlo mas al pueblo.
-Pero es el caso, capitán, que yo......
mas el la corto enseguida:
-Nada, esta ocasionando trastornos y con eso sobra.
Luego, picando espuelas, saludo, con la mano sin volver la cabeza.
Curvando entre los árboles discurría el agua clara del rió. Un frutal de 
mangas blancas extendía sus ramas hasta la orilla opuesta sombreando 
un buen espacio del aguas. En la época de las frutas Moñigueso se 
metía en la corriente, con el agua al pecho, moviendo los pies con 
cuidado de no enturbiar el agua y ver a través de ella el claro de la fruta 
que le llegaba difuso desde el fondo.
A cada momento se paraba, doblaba medio cuerpo, y alargando el brazo 
metía la cara o la cabeza en el agua para agarrar la fruta madura y 
fresca. De allí las lanzaba a la orilla. De esta manera descubrió una tarde 
su rostro. Miro a la superficie quieta y vio el verde movido de la cama y 
las hojas. Al rato sorprendió la gran mandíbula y después la punta afilada 
del cráneo. Cuando la gente lo acosaba allá en el pueblo el recordaba 
una sola cosa: que todos le miraban el rostro. La empezaba pues mirar al 
centro. Borrosamente salía la nariz achatada y al lado, inclinando la 
cabeza, los pómulos nudosos. Arriba solo un corto mechón de pelos 
erguidos y revueltos.
Instintivamente sintió odio; una cólera callada contra la silueta reposada 
en el agua. En ese momento una hoja venida de lo alto toco la superficie, 
y una onda, menuda y suave, balanceo la silueta comprimiendo y 
estirando las rasgos. Por primera vez una desconocida alegría le saco 
gruñidos de satisfacción, pero sucedió lo inesperado: el agua empezó a 
aquietarse. Al principio se formaron las ramas altas, imprecisas aun, pero 
lentamente se fueron delineando entre el clásico movimiento de las 
aguas y al fin quedaron retratadas de nuevo. Mas acá debía de estar su 
rostro, lo adivinaba casi, pero temía tropezarlo otra vez. Mas 
irremediablemente, con un brusco movimiento del cuello le clavo los ojos. 
Allí estaba con dos pequeños puntos de furia en la cara . entonces 
levanto el puño y lo descargo sobre el agua. estallaron los reflejos del sol 
y alguno, mas intenso momentáneamente. Pero desapareció la imagen y 
esta vez paso de los gruñidos a un sordo grito de triunfo.
Solo cuando la primera inundaba los pequeños afluentes y ponía turbia el 
agua, Moñigueso dejaba de buscarse en el agua del rió. Así paso mucho 
tiempo sin visitar el poblado. Por años no cruzo el puente de madera que 
separaba la “quinta” del camino del pueblo. Pero una tarde doña Elvira le 
puso en el trillo y le entrego unas cartas. Ese día Moñigueso fue al pueblo y estuvo de regreso temprano. La vieja suspiro aliviada y luego le 
hizo repetir los viajes y posiblemente no hubiera pasado lo del ataque si 
una vez frente al correo notara Moñigueso, tocándose los bolsillos, que 
había extraviado las cartas. Lejos de preocuparse se sintió importante y 
paso toda la mañana en el correo como un animal atado.
Poco a poco la gente fue llegando y haciéndole preguntas que no 
comprendía y después ellos gritaron y el cayo como siempre. Cuando 
estaba ya en el portal y habían pasado y repasado los cuatro vehículos 
del pueblo llego el jefe de la policía. Luego salió a la calle e hizo deterse 
a un auto. Miro con severidad a los curiosos y ordeno:
-A cargado.
Vinieron unos cuantos y ayudaron a meter al enfermo en la maquina . 
después se detuvo el auto en la puerta de Elvira y en esta ocasión el fue 
el único que hablo:
-Por ultima vez, del puente ese para allá no quiero que pasa.
Con no ponerle un sobre cerrado en las manos basada. Así que en lo 
adelante, algunas tardes ella lo miraba salir sin temor y segura de que 
iba a la baranda del puente.
Con los años también había crecido el hijo del policía. Pero el resto de 
los muchachos prefería no meterse en juegos con el muchacho que 
aprendía las cosas difícilmente y que despertaba en todos un agudo 
deseo de burla.
Una tarde Moñigueso estaba en el rio cuando lo saco el grito de la vieja 
Elvira. Chorreando agua todavía se planto ante de metal. La vieja le 
recorrió con una mirada y dijo:
-Sale al puente, vete a coger el sol.
Y el obedeció. Moñigueso se apoyo en la barranca, inclinándose para 
mirar al rió, pero vio un cuerpo sentado allí. En verdad a Moñigueso le 
asustaba la gente, no le gustaba ni la propia Elvira, quien le gritaba 
siempre. El miraba ahora la cara del muchacho y le pareció mas blanca y 
mas nueva. Arriba se afilaba el cráneo y abajo caía pesadamente el 
maxilar. Los pómulos eran iguales pero los mismos. Era sin duda la cara 
del rió, imprecisa como siempre. Podían ser mas nuevos los ojos, pero 
tenían la misma de mirar. En el río también sucedía eso a veces: crecía 
el rostro por algún ángulo, se agrandaban los ojos o se empequeñecían. 
De un momento a otro pues, con el mas ligero movimiento podía 
desaparecer la imagen. Preferible era mirar detrás, buscar las ramas y las hojas verdes. Pero no contaban allí, ni había mangas maduras hacia 
abajo.
Entonces dio un paso rápido y levantando el brazo descargo el puño. El 
cuerpo se inclino tratando de agarrarse a la baranda con las manos. Pero 
el por primera vez lo había sentido preciso y duran. Jadeante, 
infinitamente alegre entonces. Moñigueso pego una y otra vez en el 
mismo centro de la cara, viendo la sangre corre cuello abajo entre la 
camisa y la piel. Hasta que dio un ultimo golpe y el rostro desapareció. 
Moñigueso estuvo largo tiempo vigilándolo, la cabeza inclinada sobre el 
agua, que pudo comprender que ahora el rostro estaba mas blanco y 
pegado al fondo, mientras el agua se deslizaban encima.
Y fue entonces que reunión todos los gruñones en un solo grito para 
atronar el aire, sintiéndose dichosamente liberado.

17.--Por el papel que desempeña, ¿cómo se clasifica el personaje del jefe 
de policía? 
R.Antagonista.
18.--Por su importancia dentro del relato, el personaje de Moñigueso se 
clasifica como 
R.Principal
19.--El jefe de Policía rechaza a Moñigueso por que este 
R.Le recuerda a su hijo.


20.-¿Cuáles dioses crearon la Tierra, según la concepción maya de la 
creación? 
R.Tepeu y Gucumatz.
21.--Cual de los siguientes poemas fue escrito por Manuel Acuña? 
R.“Nocturno a Rosario”.
22.-José Joaquín Fernández de Lizarde dirigió su obra El Periquillo 
Sarmiento a 
R.Las masas populares.
23.-¿Cuál de los siguientes poetas es representante del Modernismo en 
Perú? 
R.José Santos Chocano.
24.-En cual de los siguientes textos prehispanicos se explica la creacion del 
hombre a partir del maiz
R= Popol Vuh
25.-- En cual opcion se menciona caracteristicas de la civilizacion inca
R= crearon una organizacion de tipo socialista y fueron grandes 
constructors de caminos
26.-Un elemento cultural que no desarrollaron los incas fue la
R= escritura

Lea el siguiente fragmento poetico y conteste las preguntas 27 y 28
27.- Cual es el esquema de la rima de los versos anteriores
R= abba
28.- Cual de los siguientes recursos literarios se utiliza en el fragmento 
anterior
R= hyperbole
29.-- Cual es el tema de la Araucana
R= la conquista de Chile
30.-- Cual de los siguientes autores es realista
R= Emilio Rabasa









miércoles, 27 de agosto de 2014

TEXTOS LITEARIOS I

recientemente realice el examen de Textos Literarios I, después de estudiar varias guías finalmente la que tenia mucho si no es que la gran mayoría del contenido del examen fue esta
1.- Según Alfonso Reyes la literatura es?
Actividad que trata el suceder imaginario basado en lo real.
2.- Para Alfonso Reyes uno de los valores de la literatura es el 
Semántico
3.- Según Alfonso Reyes la ficción consiste en?
Crear una historia prescindiendo del mundo real
4.- Una característica fundamental del género épico es
Narrar objetivamente un hecho.
5.- Según su libro de texto ¿Cuál de los siguientes aspectos es el más importante en la 
épica?
El argumento
6.- Una característica distintiva de la lírica es?
Comunicar un estado anímico
7.- Cual de las siguientes opciones contiene una característica de la comedia?
El conflicto es provocado por equívocos
8.- La acción y la tensión son dos elementos propios del genero llamado?
Dramático
9.- Cual de las siguientes opciones contiene uno de los temas del génesis?
La liberación de los hebreos de la esclavitud de Moisés
10.- Los libros de la sabiduría se caracterizan por?
Exponer el destino del hombre de modo individual
11.- Lea lo siguiente:
“templada espada mi furia,
Mi rigor quieta bonanza,
La fortuna no se vence
Con injusticia y con venganza”
¿Cuál es el esquema de la rima de los versos anteriores?
 ABCB
NOTA El esquema de la rima es la práctica de rimar las palabras situadas al final de las líneas de la prosa / poesía. La esquema de la rima se refiere al orden en que determinadas palabras riman. Si la rima alterna palabras, se trata de un esquema "abab", lo que significa "a" es la rima de las líneas 1 y 3 y "b" es la rima que afecta a las líneas 2 y 4.
templada espada mi fu(ria)A
mi rigor quita bonan(za)B
la fortuna no se ven(ce)C
con injusticia y con vengan(za)B
Literatura del Renacimiento
Las siguientes seis preguntas, se contestan con base en el 
fragmento de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote De La Mancha que se presenta a 
continuación:
 Iban Don Quijote y Sancho en compañía de un caballero, Vivaldo, y de un grupo 
de cabreros, cuando vieron bajar de la montaña hasta veinte pastores, a quienes se 
acercaron. Entre seis de ellos traían unas andas, cubiertas de mucha diversidad de 
flores y de ramos. Lo cual, visto por uno de los cabreros, dijo: “Aquellos que allí 
vienen son los que traen el cuerpo de Grisóstomo, y el pie de aquella montaña es el 
lugar donde él mandó que lo enterrasen.”
Y así los que esto miraban, como los que abrían la sepultura, y todos los demás 
que allí había, guardaban un maravilloso silencio, hasta que uno de los que al muerto 
trajeron, dijo a otro:
 -Mira bien, Ambrosio, si es éste el lugar que Grisóstomo dijo, ya que queréis que 
tan puntualmente se cumpla lo que dejó mandado en su testamento.
 Y volviéndose a Don Quijote, y a los caminantes, prosiguió diciendo:
 -Ese cuerpo, señores, que con piadosos ojos estáis mirando, fue depositario de un 
alma en quien el cielo puso infinita parte de sus riquezas. Ese es el cuerpo de 
Grisóstomo, que fue único en el ingenio, sólo en la cortesía, extremo en la gentileza, 
fénix en la amistad, magnífico sin tasa, grave sin presunción, alegre sin bajeza. 
Quiso bien, fue aborrecido; adoró, fue desdeñado; sirvió a la ingratitud, de quien 
alcanzó por premios ser despojos de la muerte en la mitad de la carrera de su vida, a 
la cual dio fin Marcela, una pastora, a quien él procuraba eternizar para que viviera 
en la memoria de las gentes, cual lo pudieran mostrar bien esos papeles que estáis 
mirando, si él no me hubiera mandado que los entregara al fuego en habiendo 
entregado su cuerpo a la tierra.
 Vivaldo, que deseaba ver lo que los papeles decían, abrió luego el uno de ellos, y 
vio que tenía por títulos “Canción Desesperada.”
 Oyolo Ambrosio y dijo:
 -Ése es el último papel que escribió el desdichado; y porque veáis, señor, en el 
término que lo tenían sus desventuras, leedlo de modo que seáis oído.
 -Eso haré yo de muy buena gana –dijo Vivaldo-; y como todos los circunstantes 
tenían el mismo deseo, se le pusieron a la redonda, y él leyó.
 Bien les pareció a los que escuchado habían la canción de Grisóstomo, pero el 
que leyó, dijo que no le parecía que conformada con la relación que él había oído del 
recato y bondad de Marcela, porque en ella se quejaba Grisóstomo de celos, 
despenas y de ausencia. A lo cual, respondió Ambrosio:
 -Para que, señor, se satisfagáis de esa duda, es bien que sepáis que cuando éste 
desdichado escribió ésta canción, estaba ausente de Marcela, de quien se había 
ausentado por su voluntad, por ver si usaba con él la ausencia de sus ordinarios 
fueron. Y como al enamorado ausente no hay cosa que no le fatigue ni temor que no 
le dé alcance, así le fatigaban a Grisóstomo los celos imaginados y las sospechas 
temidas como si fueran verdaderas.
 -Así es la verdad –respondió Vivaldo-. Y queriendo leer otro papel lo estorbó una 
maravillosa visión (que tal parecía ella) que improvisamente se les ofreció a los ojos; 
apareció la pastora Marcela, tan hermosa que pasaba a su fama su hermosura.
 Más apenas la hubo visto Ambrosio, cuando le dijo:
 -¿Vienes a ver por ventura, si con tu presencia vierten sangre las heridas de este 
miserable a quién tu crueldad quitó la vida?, ¿o vienes a ufanarte en las crueles 
hazañas de tu condición?
 -No vengo, ¡oh, Ambrosio!, a ninguna cosa de las que has dicho –respondió 
Marcela,- sino a volver por mí misma, y a dar a entender cuán fuera de razón van 
todos aquellos que de sus penas y de la muerte de Grisóstomo me culpan; y así, 
ruego a todos los que aquí estáis, me estéis atentos. Hízome el cielo, según vosotros 
decís, hermosa, y de tal manera que, sin ser poderosos a otra cosa, a que me améis os 
mueve mi hermosura y por el amor que me mostráis, decís y aún queréis que esté yo 
obligada a amaros. Yo conozco que todo lo hermoso es amable; más no alcanzo que 
por razón de ser amado esté obligado lo que es amado por hermoso, a amar a quien 
le ama. Y más, que podría acontecer que el amador de lo hermoso fuese feo, y siendo 
lo feo digno de ser aborrecido cae muy mal el decir: “Quiérote por hermosa, hazme 
de amar aunque sea feo.”
 Pero puesto caso que corran igualmente las hermosuras, no por eso han de correr 
iguales los deseos, que no todas las hermosuras enamoran, que algunas alegran la 
vista y no rinden la voluntad. Siendo esto así, como yo creo que lo es, ¿por qué 
queréis que rinda mi voluntad por fuerza, obligada no más de que decís que me 
queréis bien? Si no, decidme: ¿si como el cielo me hizo hermosa me hiciera fea, 
fuera justo que me quejara de vosotros porque no me amabais?
 La honra y las virtudes son adornos del alma, sin las cuales, el cuerpo, aunque lo 
sea, no debe de parecer hermoso. Pues si la honestidad es una de las virtudes que al 
cuerpo y al alma más adornan y hermosean, ¿por qué la ha de perder la que es amada 
por hermosa, por corresponder a la intención de aquel que por sólo su gusto con 
todas sus fuerzas e industrias procura que la pierda?
 Yo nací libre, y para poder vivir libre escogí la soledad de los campos. A los que 
he enamorado con la vista, he desengañado con las palabras. Y si los deseos se 
sustentan con esperanzas, no habiendo yo dado alguna a Grisóstomo, ni a otro 
alguno el fin de ninguno de ellos, bien se puede decir que antes lo mató su porfía que 
mi crueldad. Y si se me hace cargo que eran honestos sus pensamientos, y que por 
esto estaba obligada a corresponder a ellos, digo que cuando en ese mismo lugar, 
donde ahora se cava su sepultura, me descubrió la bondad de su intención, le dije yo 
que la mía era vivir en perpetua soledad. Si yo lo entretuviera, fuera falúa; si lo 
contentara, hiciera contra mi mejor intención prosupuesto. Porfió desengañado, 
desesperó sin ser aborrecido; mirad ahora si será razón que de su pena se me dé a mí 
la culpa. Quéjese el engañado, desespérese aquel a quien le faltaron las prometidas 
esperanzas; confiese el que yo llamaré; ufánese el que yo admitiere; pero no me 
llame cruel ni homicida aquel a quien yo no prometo, engaño, llamo ni admito. Que 
si a Grisóstomo mató su impaciencia y arrojado deseo, ¿por qué se ha de culpar mi 
honesto proceder y recato? Si yo conservo mi limpieza con la compañía de los 
árboles, ¿por qué ha de querer que la pierda el que quiere que la tenga con los 
hombres? Yo, como sabéis, tengo riquezas propias y no codicio las ajenas.
 Tengo libre condición, y no gusto de sujetarme, ni quiero ni aborrezco a nadie; no 
engaño a éste, ni solicito a aquél; ni burlo con uno, ni me entretengo con el otro.
 Y en diciendo esto, sin querer oír respuesta alguna, volvió las espaldas, y se entró 
por lo más cerrado de un monte que allí cerca estaba, dejando admirados tanto de su 
discreción como de su hermosura a todos los que allí estaban. Y algunos dieron 
muestras de quererla seguir, sin aprovecharse del manifiesto desengaño que habían 
oído. Lo cual, visto por Don Quijote, pareciéndole que allí venía bien usar de su 
caballería, socorriendo a las doncellas menesterosas, puesta la mano en el puño de su 
espada, en altas e inteligibles voces dijo:
-Ninguna persona, de cualquier estado y condición que sea, se atreva a seguir a la 
hermosa Marcela, so pena de caer en la furiosa indignación mía. Ella ha mostrado 
con claras y suficientes razones la poca o ninguna culpa que ha tenido en la muerte 
de Grisóstomo, y cuán ajena vive de condescender con los deseos de ninguno de sus 
amantes; a cuya causa es justo que en lugar de ser seguida y perseguida, sea honrada 
y estimada de todos los buenos del mundo, pues muestra que en él ella es sola lo que 
con tan honesta intención vive.
(Adaptación)
1.- La caracterización del personaje Grisóstomo a lo largo del fragmento anterior 
es:
 Lacrimosa
2.- En general, ¿cómo se muestra Ambrosio hacia Marcela?
Agresivo
3.- Al saberse culpada de la muerte de Grisóstomo, Marcela se muestra:
 Desconcertada
4.- Marcela ve el amor entre dos personas como un sentimiento que parte de la:
Reciprocidad
5.- ¿Cuál de las siguientes apreciaciones sociales de la mujer cuestiona Marcela?
La mujer como objeto
6.- Hacia Marcela, Don Quijote asume una actitud de:
Respeto